Esta semana tuvimos la oportunidad de visitar Lugo en busca de algunos de sus principales monumentos romanos. Partiendo del museo de Porta Miñá como punto de partida, nos sumergimos en el pasado de esta ciudad, fundada en el año 25 antes de Cristo como campamento romano.
Con el transcurso de los años, diferentes personalidades del mundo romano se fueron asentando en torno al campamento, atraídos por la cercanía del río Miño, la orografía de la ciudad y las termas, elemento fundamental de esta civilización.
Yacimientos urbanos
Templos, domus, vías y diferentes infraestructuras entre las que se incluyen canalizaciones de agua, fueron creciendo en torno a este asentamiento dejando en las profundidades del Lugo actual diferentes restos que afloran en cada obra, en diferentes momentos de la historia.
En el siglo III d. C. está datada su muralla que sirvió para protegerse de la amenaza bárbara. En el Centro de Interpretación de la muralla, ubicado en la Praza do Campo, encontramos información sobre sus técnicas y materiales constructivos, así como su conservación hasta la proclamación de la misma como Patrimonio de la Humanidad.
Mosaicos, alfarería y antiguos tesoros
Entre los elementos que podemos observar en el Centro Expositivo de Porta Miñá, al que se accede por una reproducción del Monolito Fundacional de Lucus Augusti, encontramos diferentes ánforas, vajillas y objetos de alfarería.
Otras curiosidades del museo son algunos fragmentos de mosaicos o pinturas halladas en diferentes prospecciones y obras de la ciudad. Así como reproducciones de sus ritos funerarios tanto de inhumación como de incineración y vasijas funerarias.
Ventanas urbanas al pasado
La Domus de Batitales es un desconocido museo bajo la calle Doutor Castro, también conocido como Casa de los Mosaicos.
En este pequeño espacio se pueden ver diferentes mosaicos, un audiovisual y materiales encontrados en esta excavación.
Desde los comercios adyacentes al museo, o incluso desde la propia calle, podemos asomarnos a ver estas obras decorativas domésticas romanas, ajenas al paso del tiempo.
Si rodeamos la catedral de Santa María encontramos también una singular piscina romana de origen desconocido, en cuanto a que se desconoce si formaba parte de alguna de las domus del entorno, o servía para ritos religiosos.
Museo provincial
Pero no podemos olvidarnos de este museo si queremos completar nuestra visión del Lugo romano. En el claustro de este espacio expositivo de este antiguo convento de San Francisco, encontramos diferentes aras romanas, que dejaban constancia de las creencias y devociones cotidianas de la civilización romana aquí asentada.
El mosaico auténtico de Batitales, o lo que queda de él, junto con otros hallados en diferentes excavaciones, forman parte también del elenco del provincial, junto con una serie de maquetas y muchos elementos de otras etapas históricas.
Comentarios
Publicar un comentario